Pérgolas de madera
Primavera, verano, otoño, invierno. Cualquier estación es perfecta para disfrutar de la pérgola de madera.
Con todo una enorme variedad de combinaciones:
- Pérgolas de madera con toldo
- Pérgolas de madera con cubierta de metacrilato o teja asfáltica
- Pérgolas de madera con tarimas tropicales
- Pérgolas de madera con jardineras y celosías
- Pérgolas de madera con iluminación
- Pérgolas de madera con calefacción
- y un largo etcétera.
Cualquier momento del día o la noche es ideal para vivir al aire libre.
Intimidad, calidez, libertad, paz, romanticismo... todo un cúmulo de sensaciones reunidas en un espacio único y personal, dónde el tiempo desaparecerá dejando, sólo, lugar para inolvidables momentos vividos.
La madera
La madera de Toldos Torrente® con la que realizan sus pérgolas procede, fundamentalmente del norte de Europa, de bosques en los que abundan el pino rojo sueco. La conservación de los bosques es esencial para nosotros desde un punto de vista global. Por ello, la madera dispone de certificado FSC, para promover el manejo forestal responsable de los bosques del mundo. Y el PEFC basado en criterios para la protección de los bosques de Europa.
Las Pérgolas de Toldos Torrente® son realizadas con madera de pino laminar tratada y cepillada. Los elementos de madera laminar responden a las exigencias de calidad y estética que han hecho que se convierta en el elemento estrella para estructuras de madera (Pérgolas, Porches, Garajes, Casetas, etc.).
La madera laminar está compuesta en láminas de anchos variables, estas láminas son seleccionadas retirando las que presentan imperfecciones, como son las grietas, agujeros, curvaturas y otras imperfecciones que restan calidad al material. Seguidamente se sueldan estas láminas componiendo la pieza original mediante cola poliuretánica. Resultando una madera perfectamente estética y natural; de extremada resistencia y estabilidad.
La madera laminar tratada utilizada por Toldos Torrente® para uso exterior es sometida a un proceso de impregnación de sales hidrosolubles CCB a presión en autoclave, que la protege completamente de los agentes atmosféricos como, también, del moho, parásitos y hongos. Denominándola de clase IV (madera en contacto con el suelo o con agua dulce y expuesta a una humidificación permanente) según la norma UNE 335, que establece cinco clases de riesgo. Siendo la V la más resistente, que es la madera que está en contacto permanente con el agua salada.
La madera es una materia viva que siempre está en continuo movimiento, absorbiendo y expulsando humedad. Lo cual produce fisuras de diversa consideración y curvaturas a causa de las diferencias de temperaturas bruscas. Es un comportamiento perfectamente normal que no afecta de ningún modo a la integridad de la madera de las pérgolas.
La madera de uso exterior exige un mantenimiento mínimo basado en la aplicación anual de un lasur de poro abierto, actuando como protector solar y manteniendo el color original.